lunes, 27 de octubre de 2014

De la crónica al cuento policial


¡Hay que jugarse!

Miré ansioso el reloj. Faltaban diez minutos para que tocara el timbre de salida, pero el tiempo no pasaba nunca. El profesor de Historia insistía en que estudiáramos más y nos portáramos mejor. Un discurso archiconocido que yo - un simple chico de 14 años,  de Laferrere partido de La Matanza, Buenos Aires-,  como cualquier otro de mi edad nunca se detenía a analizado.
De pronto me distrajo algo que pasaba en la calle. Acababa de estacionar un camión frigorífico en una antigua casa que se encontraba frente a los laterales de la escuela. Se bajó del vehículo un hombre de unos cuarenta años, morocho, alto y forzudo. Al poco rato, estacionó detrás del camión un Fiat Uno del que bajaron otros tres sujetos algo sospechosos, uno de ellos, muy joven. Se los notaba muy nerviosos, discutían. Por la distancia, imposible escuchar; pero los gestos eran más que elocuentes.
Inmediatamente, miré a Pancho y le hice señas para que tomara el papelito que había dejado en un banco vacío que nos separaba a ambos.
El mismo decía: “Acabo de ver algo sospechoso en la casona de enfrente”. Mi amigo sabía que me apasionaba la investigación policial y que, cuando fuera grande sería detective. Así que para no defraudarme me dijo “okey” con los labios. Le hice otra seña de que lo charlaríamos a la salida.
Por suerte el maldito timbre sonó y en pocos minutos, Pancho y yo nos encontrábamos en la vereda, pero ni el camión, ni el Uno estaban ya frente a la casona.
- Te habrá parecido extraño - me dijo Pancho. 
- Te digo que esos cuatro andaban en algo raro.
Seguimos caminando, de regreso a nuestras casas.
Al tomar la calle El Lazo, del barrio Altos de Laferrere,  creí ver el camión, pero no le dije nada a mi amigo.
Nos despedimos en la esquina de Tornquist. Eran casi la una cuando llegué a casa. Estaba mi papá sentado a la mesa mirando absorto las imágenes del noticiero televisivo. Cuando me dirigía al baño para lavarme las manos antes de comer, alcancé a escuchar que el periodista decía que dos de los asaltantes llevaban cautivos a los hombres hacia un Fiat Uno.
Sin pensarlo, volví al comedor y me senté junto a mi papá. Allí me enteré de que habían asesinado a un tal “Tate”, conductor de un camión frigorífico. Enseguida relacioné. 
- ¡Estaba seguro de que eran delicuentes! - grité.
Mi papá me miró asombrado esperando una explicación. Rapidísimo, le conté lo que había visto desde el aula frente a la casona.
Seguimos escuchando el noticiero. Uno de los damnificados, muy consternado, estaba declarando frente al cronista: … “el tipo nos ordenó que ayudáramos a Tate a subir al auto, pero debimos cargarlo, ya no podía caminar, después nos taparon con una manta para que no viéramos por qué camino nos llevaban. Les pedimos que llamaran a una ambulancia, pero se negaron. Finalmente nos dejaron con el cuerpo en la calle El Lazo, entre Guillermo Marconi y Tornquist, del barrio Altos de Laferrere, y ellos escaparon a alta velocidad. 
- Viste, papá. Eran ellos, eran ellos. 
- No seas novelero, te habrá parecido, es una casualidad.
Ante el descrédito de mi padre, no quise seguir insistiendo.

Apenas terminamos de almorzar, llamé a Pancho y le conté lo que había visto por televisión. Convenimos juntarnos a las cuatro, en su casa, con el pretexto de hacer una tarea. A las tres y cuarenta y cinco ya estaba tocando el timbre de Pancho.
Entré, subimos a su cuarto y le confesé a mi amigo que había tomado el número de la chapa patente del Fiat. 
- Me tenés que acompañar hasta la comisaría, a hacer la denuncia. 
- ¿Te parece? ¿No es arriesgado? ¿No nos meteremos en un lío? 
- ¡¡¡Hay que jugarse!!! - le dije. Mi amigo tenía las mismas convicciones que yo, por eso era mi amigo. 
- Bueno, dale, te acompaño.
Pancho le dijo a su mamá que íbamos a hacer un mandado, que regresaríamos en poco tiempo.
Ya en la seccional, nos enteramos de que el caso estaba a cargo del fiscal Carlos Arribas, jefe de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza.
Para nuestra sorpresa, el oficial que nos atendió, nos escuchó atentamente y además ¡nos creyó! Nos tomó declaración, diciéndonos que protegerían nuestros datos.
Volvimos reconfortados: habíamos hecho lo que teníamos que hacer.
A los dos días, los periódicos, la radio, el televisor, los sitios de Internet especializados en policiales daban cuenta de que los malhechores asesinos habían sido fácilmente localizados y detenidos.


Tanto Pancho como yo, estábamos muy complacidos, pero nuestra satisfacción fue aún más grande, cuando después de tres meses, el fiscal Carlos Arribas se presentó en persona en mi casa. Casualmente, se encontraba Pancho conmigo.
Al principio mis padres pensaron que estábamos en problemas, pero tras la charla que tuvieron con el funcionario, se los notaba contentos y orgullosos. 
- Gracias, chicos - nos dijo Arribas - sin ustedes, la causa hubiera sido muy difícil de resolver. Son los héroes anónimos de este caso, porque además de colaborar con nosotros, llevaron consuelo a la familia del pobre hombre asesinado quien iba a ser papá a pocos días de su deceso. 
- ¿Nació el bebé? - le pregunté. 
- Sí, es un varón.
Mientras el fiscal cruzaba la calle, pensaba que la ley de las compensaciones de la que tanto habla mi papá cuando hace referencia a situaciones de la vida, en ese momento era una "real realidad", valga la redundancia.



Tomás Pérez
Nicolás Pizzio
Lucía Carleta
Juliana Ortiz
María Inés Molla
“2do. “B”- TM

miércoles, 3 de octubre de 2012

Canciones para 5to. CN

ALUMNOS DE 5TO. CN: Aquí les dejo las letras de las canciones que deben llevar a clase el 10/10

Carito (León Gieco)

Sentado solo en un banco en la ciudad 
con tu mirada recordando el litoral 
tu suerte quiso estar partida 
mitad verdad mitad mentira 
como esperanza de los pobres prometida 

Andando solo bajo la llovizna gris 
fingiendo duro que tu vida fue de aquí 
Por qué cambiaste un mar de gente 
por donde gobierna la flor 
mirá que el río nunca regaló el color 

Carito, suelta tu pena 
se haga diamante tu lágrima 
entre mis cuerdas 
Carito, suelta tu piedra 
para volar como el zorzal 
en primavera 

En Buenos Aires los zapatos son modernos 
pero no lucen como en la plaza de un pueblo 
Deja que tu luz chiquitita 
hable en secreto a la canción 
para que te ilumine un poco más el sol 

Cualquier semilla cuando es planta quiere ver 
la misma estrella de aquel atardecer 
que la salvó del pico agudo 
refugiándola al oscuro 
de la gaviota arrasadora de los surcos 

Carito, yo soy tu amigo 
me ofrezco árbol 
para tu nido 
Carito, suelta tu canto 
que el abanico en mi acordeón 
lo está esperando.


Canción urgente para Nicaragua 
(Silvio Rodriguez)

Se partió en Nicaragua
otro hierro caliente
con que el águila daba
su señal a la gente

Se partió en Nicaragua
otra soga con cebo
con que el águila ataba
por el cuello al obrero

Se ha prendido la hierba
dentro del continente
las fronteras se besan
y se ponen ardientes

Me recuerdo de un hombre
que por esto moría
y que viendo este día
-como espectro del monte-
jubiloso reía

El espectro es Sandino
con Bolívar y el Che
porque el mismo camino
caminaron los tres

Estos tres caminantes
con idéntica suerte
ya se han hecho gigantes
ya burlaron la muerte

Ahora el aguila tiene
su dolencia mayor
Nicaragua le duele
pues le duele el amor

Y le duele que el niño
vaya sano a la escuela
porque de esa madera
de justicia y cariño
no se afila su espuela

Andará Nicaragua
su camino en la gloria
porque fue sangre sabia
la que hizo su historia

Te lo dice un hermano
que ha sangrado contigo
te lo dice un cubano
te lo dice un amigo.

Andará Nicaragua...

domingo, 23 de septiembre de 2012

miércoles, 19 de septiembre de 2012

CHICOS DE 5TO.AÑO CIENCIAS NATURALES. Aquí les dejo el texto que deben llevar a clase el próximo miércoles 26. Nos vemos!!!


Eternidad en abril
Siento mucho frío. Una habitación rígida. Nada cobra movimiento. Sólo yo inclino mi oído hacia tu corazón que late con las fuerzas del que tiene miedo. Mucho miedo.
Tus ojos me miran, grisáceos y opacos. Me piden que los ayude a quedarse un poco más. Te miro y me quedo detenida en el tiempo. Nos entrelazamos en la historia que nos hizo protagonistas.
Una línea de tiempo diseñada desde siempre por las manos de Dios.
Tenías veintitrés años. Te aferraste a un sueño. Escapaste de quienes quisieron amarrarlo. Me llevabas en tu ser como un canto de libertad, como una paloma que buscaba su nido. Un rosario de amor en medio de las adversidades. Creaste todo lo que había a tu alrededor. Desde el sustento diario hasta los ajuares, los bordados y los colores de los tejidos. Me ponía a tu lado, curiosa de todo tu andar.  La casa estaba en medio de 4 hectáreas sembradas. En dos de ellas destellante amarillo casi anaranjado maizal, en otra azulado alfalfar, a su vez recuadrando el paisaje, las calles,  que me llevaban imaginariamente a otros lugares, de un lado un pueblo casi al límite con mi provincia, la otra me dejaba ver las casas de mis vecinos, que también tenían unas hectáreas con girasol, cebada, avena. Alrededor de la casa un enorme patio. Al frente varios paraísos que hacían la delicia de mi olfato con su perfume primaveral, de mis ojos con el violáceo de sus flores frescas y silvestres. Dos eucaliptos transpirados de menta presidían un camino arbolado hacia “la puertita de la calle”, alegre trayecto donde me enseñabas a andar en bicicleta.  A los costados,  mandarinos y naranjos de subyugante aroma de azahares, delicias de siestas invernales compartidas. Detrás de la casa muchos  paraísos y mil hojas, acacias y naranjo amargo. Detrás de la casa, a unos metros, media hectárea sembrada de papas con sus hojas verde oscuro y flores blancas. Seguía tus pasos limpiando malezas Por las noches los rezos con temor a que llegara mi padre,  aprendimos el padre nuestro, ave maría y gloria. Los ruidos de la llegada enmudecían las plegarias que quedaron en mi  mente y en mi  corazón. Tu  bendita siembra. Me quedaba extasiada con la mezcla de aromas que la brisa trasladaba a mis pasos. Sandías verdes de rojo corazón, melones anaranjados, papas, cebollas que traspasaban mi cerebro y mis neuronas. Sustento tan preciado que vos convertías en abundantes y deliciosos manjares.
La casa tenía techo de chapas de cinc cubiertos por pastos secos para protección de las altas temperaturas. Las lluvias eran el sonido más bello que resonaba en mis oídos. No había apuros ni compromisos. Acurrucada en tu falda, al calor de la cocina a leña esperando las tostadas  de inolvidable aroma. Era la vida en toda su potencia y esplendor. El patio casi plateado por la luz nocturna dejaba ver tu barrido diario formando estelas por la suavidad del artesanal dibujo. En el jardín los  claveles rojos, las  rosas blancas y amarillas. Conejitos apelmazaditos y perfumados, caléndulas, pensamientos amarillos y rojos,  crestas de pavo de color bordó, los crisantemos y las dalias de vivos colores  y los junquillos, eran en conjunto un espectáculo único y trascendente. Despertaban en mi ser admiración hacia esa verdadera obra de arte de la naturaleza y de tus manos co creadoras. Camino a la calle el  montecito, otro cuadro de la naturaleza en donde también tus ojos y tus manos le dieron forma. Duraznos rosados tan grandes que cuando caían en su madurez se deshacían en el suelo,  duraznos blancos también amarillos y rosados. Diferentes variedades de ciruelas, de color verde,  amarillas. El atardecer preanunciaba las delicias de la cena entre aroma a duraznos cocidos, el humo del fuego encendido y la reunión familiar. Todo giraba en torno a tu creatividad y a tu inmenso amor.
 Se enredaron mis sueños entre los azahares, el perfume de los duraznos, el rojo de los claveles,  la savia del alfalfar. Entre las grietas de tus manos sacrificadas, los cuadritos de tu pañuelo, el cinturón que forjaba tu cintura, el rojo de tus  labios pintados y el sonido de tus tacos altos los domingos por la tarde. Tu hermosa sonrisa. Las novelas de las tardes, tus lágrimas escondidas, tus exigencias. Con los seis de enero de juguetes nuevos y olor a madera.
Es abril. Tengo mucho frío. Seguiremos dibujando nuestra línea de tiempo en la inmensa tela de la eternidad, adornada con estrellas y música de todo el universo en su plenitud.
 Septiembre de 2012.

lunes, 10 de septiembre de 2012

CHICOS DE PRIMER AÑO!!!!

NOS CONTESTÓ LILIANA CINETTO!!!!!

,AQUÍ LES REPRODUZCO LO QUE LE ESCRIBÍ POR FACEBOOK, Y SU CONTESTACIÓN..

Querida Liliana: te escribo especialmente para hacerte partícipe de una actividad que realicé con mis alumnos, en la que estás muy involucrada. En realidad, el que está comprometido es uno de tus libros "U
n detective suelto en el colegio" y por extensión están re metidos en la cuestión: Alex, el Piojo y Fede.
Te cuento. Antes del receso invernal de julio trabajé tu libro con tres primeros años de dos escuelas en las que trabajo: "Taller de Nazareth" y "Cultura Inglesa" de Venado Tuerto (vos las conocés porque estuviste visitándolas hace poquitos años). Debido a la incógnita sin resolver que se plantea al final, algunos alumnos preguntaron si había una segunda parte, a modo de saga. Les dije que lo desconocía, pero que, si les parecía, podíamos escribirla nosotros.
Como ya empezaban las vacaciones, y para no desaprovechar el entusiasmo, se me ocurrió usar una herramienta que los chicos manejan a la perfección "facebook". Abrí una cuenta exclusiva para ellos, los convoqué a grupos y les propuse que quienes quisieran, es decir optativamente, trataran de continuar el comienzo del primer capítulo que redacté, para la supuesta 2da. novela.
Un buen número participó, publiqué lo que ellos habían redactado, en mi blog, se los hice imprimir y llevar a clase y allí comenzó la reescritura. Aunque el material alcanzó para armar un capítulo, en un caso y dos, en un segundo, fue un trabajo muy enriquecedor. Aquí te mando la dirección del blog para que puedas ver cómo quedó. Por favor envianos tus comentarios. Y gracias!! por hacernos disfrutar y crecer con tus producciones.

Hola, Araceli: 
Me encanta lo que hicieron!!!!!! Muy buenos escritores hay en Venado Tuerto. La verdad es que no hay todavía segunda parte , pero dejé el pie para escribirla. Me gusta hacer sagas o al menos escribir historias diferentes con los mismos personajes. De verdad que me gustó lo que escribieron los chicos y me alegra que mi novela les haya gustado y entusiasmado. Mandales un beso muy especial a los chicos y a todo el coelgio Taller de Nazaret y Cuiltura inglesa. Claro que los recuerdo, con mucho cariño. Te felicito por el trabajo que hiciste y a los chicos por lo bien que escribieron. Un beso enormeeeeeeeeeeeee. Liliana

domingo, 9 de septiembre de 2012

PARA LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO "A", "B" del Taller de Nazareth y 1ro. 2da. de la Cultura Inglesa. (Copiar en un procesador de textos e imprimir para traer a clase).

LOS TEXTOS EXPOSITIVO - EXPLICATIVOS


EL AGUA 
Con el calor, el agua de los océanos, mares, ríos, lagos, etc. se evapora y asciende por la atmósfera: al llegar a  cierta  altura, con el frío,  el vapor  se  vuelve  a  condensar en gotitas  de  agua, formando así las nubes. Esas nubes se desplazan, empujadas por el viento. Si llegan a algún lugar  más frío (por  ejemplo,  si una montaña les  obliga a  subir  aún más  alto)  o si las gotitas,  al juntarse,  aumentan demasiado su volumen,  se  produce  la lluvia: las gotas caen al suelo. 
Si la capa de aire donde llega la nube es muy fría, las gotitas de agua se cristalizan en copos de nieve. A veces, entre la nube y el suelo se cuela una capa de aire helado: las gotas de agua que  caen de la nube, al  cruzar ese aire tan frío, se  congelan y  caen en forma de granizo. 
Al caer al suelo, el agua de la lluvia o de la nieve, cuando ésta se derrite, va resbalando o se filtra dentro del suelo, siempre hacia abajo. 
De esta forma, a través de los ríos el agua vuelve al mar y el ciclo vuelve a empezar.

VOLCANES Y TERREMOTOS
Los volcanes y los terremotos son dos procesos geológicos que alteran la forma o aspecto de la tierra por erosión.
Los volcanes son básicamente chimeneas o fisuras en la corteza terrestre, a través de las cuales es expulsado el magma, formado por lava, partículas sólidas y gases, a diferencia de los terremotos, que son vibraciones producidas en la corteza terrestre.
Por otra parte, mientras los volcanes son producidos por la elevada temperatura que existe en el interior de la tierra, los terremotos son causados por la ruptura de rocas de la corteza terrestre bajo determinadas tensiones.
Asimismo, los volcanes permanecen durante mucho tiempo activos, a diferencia de los terremotos que duran escaso tiempo; la sacudida principal suele durar unos segundos o unos pocos minutos.

LA VIVIENDA UNIFAMILIAR 
Los inconvenientes de la vida en las ciudades, y el rechazo del mundo urbano, generan la creación de un nuevo espacio: la distribución por parcelas, en laperiferia de las grandes ciudades.
PURIFICACIÓN DEL AGUA
La amenaza de la contaminación, unida a la creciente demanda de agua potable, y el hecho de que añadir cloro al agua u otros aditivos químicos haga que esta adquiera su sabor desagradable, plantea el problema de cómo potabilizar el agua sin añadir cloro para que pueda beberse sin contraer la disentería o las fiebres tifoideas.
Los franceses han encontrado solución a este problema al perfeccionar un ingenioso método de «ozonización», es decir, de «lavar» el agua con «aire». Primero el agua se limpia mediante un proceso de filtrado. Pero quitar la suciedad no elimina los virus y bacterias que causan las enfermedades. Entonces interviene la ozonización, que consiste en aprovechar las propiedades oxidantes de los átomos de oxígeno liberados al formarse el ozono. Estos átomos convierten un metal duro en un montón de escamas que se desmoronan. Y lo mismo ocurre con los virus y bacterias, que no son más que un conglomerado de moléculas orgánicas: su estructura cambia al combinarse con la molécula de oxígeno, dejando de ser letales." 

CONSUMISMO
Actualmente nos encontramos ante una sociedad de consumo. El objetivo primario parece ser en nuestros días el consumo generalizado, convirtiéndose los consumidores en auténticos autómatas, olvidando las diferencias existentes no sólo entre países desarrollados y subdesarrollados, sino también las desigualdades que se dan en nuestro propio país.
Una de las causas la encontramos al asociar el consumo con desarrollo o progreso, siendo así las necesidades fruto de la producción; por tanto, a medida que la abundancia aumenta en una sociedad, se crean nuevas necesidades sin cesar.
Por otra parte, estamos dominados por poderosas organizaciones de publicidad  que incitan, además, a una constante ostentación por medio del consumo.
LOS BOSQUES
La desaparición de los bosques tropicales es cada vez mayor. La razón de este fenímeno es muy fácil de explicar. Muchos países como Brasil, Costa de Marfil y Nueva Guinea viven de sus riquezas madereras y las explotan con más rapidez de lo que la naturaleza puede reproducir. Esto tiene como consecuencia que disminuya drásticamente la masa forestal. Así entre 1966 y 1974 han sido destruidas 5,4 millones de hectáreas de bosque. Los gobiernos de algunos países están tomando medidas contra esta explotación masiva de bosques.
Por un lado se está imponiendo un control en la tala de árboles. De algunas especies como el roble sólo se permiten cortar 30 árboles de cada 100, con lo que se impide su desaparición y la invasión de otras especies de menor productividad.
Una segunda medida es obligar a las compañías madereras a repoblar los árboles abatidos, de manera que cada ejemplar desforestado tiene que ser compensado con la plantación de otro ejemplar que, por supuesto, no podrá ser cortado hasta que sea adulto. Así, si una compañía corta 1/3 de un bosque, tiene la obligación de reponerlo o incluso de plantar más de lo que ha cortado.
GRECIA
Entre el Siglo V y el II a. de C., la civilización griega alcanzó un gran esplendor cultural y artístico. Así, tanto la Filosofía (que surgió, por primera vez, de un gran interés por conocer al hombre y a la naturaleza a través del pensamiento racional) como la Física o las Matemáticas, o la Literatura y el Arte alcanzaron uno de sus máximos desarrollos de la historia de la humanidad.
Hay dos causas que explican el esplendor cultural alcanzado durante la Grecia clásica:
·         el gran auge comercial y económico alcanzado por las ciudades griegas, gracias a la fundación de colonias por todo el Mediterráneo, y a la creación de buenos puertos marítimos,
·         y que el trabajo era realizado por los esclavos, mientras que los ciudadanos griegos dedicaban su tiempo a cultivarse cultamente asistiendo a discusiones públicas y manifestaciones artísticas como la danza, la poesía o el teatro en diversos edificios públicos dedicados a esos fines.
Los máximos exponentes de este esplendor fueron: Platón, Aristóteles y Sócrates, considerados como los padres de la Filosofía. Pitágoras y Arquímedes por lo que se refiere a la Física y las Matemáticas. Y por lo que toca a la Literatura Griega, tanto los poemas épicos de Homero, como las narraciones históricas de Herodoto o las comedias de Aristófanes, han sido consideradas desde siempre como obras cumbres de la humanidad.
ROMA
Roma nació en el siglo VIII  a. de C. de un pequeño grupo de aldeas de agricultores y pastores situados en un lugar estratégico. Desde su nacimiento ha pasado por varias etapas caracterizadas por distintas luchas y formas de gobierno.
En el siglo VII  a. de C. fue una pequeña ciudad­ estado gobernada por reyes etruscos. El dominio etrusco era cruel y opresor, por lo que los romanos se rebelaron expulsando a los reyes extranjeros y fundaron la república. En el siglo VI a. de C. tras implantar la república se sucedieron una serie de guerras con sus vecinos.
Entre el siglo VI y V a. de C. consiguieron  el dominio de Italia peninsular. En el siglo III  a. de C. emprendieron la lucha contra Cartago, conquistando las tierras del Mediterráneo occidental (guerras púnicas). Entre el sigIo II  y I  a. de C. dominaron  el Mediterráneo occidental, en su lucha contra los reinos helénicos.
Después de estas conquistas Roma pudo extender sus dominios al Este y Oeste, y la república empezó su rápida transformación en Imperio (siglo I d. de C.). La larga dinastía de emperadores, comenzó con César Augusto, que inicia por vez primera desde la fundación de Roma, un período de paz, «la paz octaviana». A su muerte le sucedieron Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, hasta producirse la caída del Imperio Romano (476 d. de C.)

Textos adaptados extraídos de: “El texto expositivo” Lengua castellana y Literatura. Juan J. Mendoza Torres

Los géneros teatrales
Las obras de teatro pueden clasificarse de la siguiente manera.
Obras mayores: pertenecen a este subgénero la tragedia (de asunto elevado en la que intervienen personajes enfrentados a fuerzas invencibles (el destino, la culpa...); el drama (presenta conflictos menos trascendentes que los de la tragedia. En el siglo XVII, recibió el nombre de tragicomedia); la comedia (representa el lado festivo y alegre de la realidad, con acciones de la vida cotidiana y desenlace feliz).
Obras menores: son parte de este subgénero: el autosacramental (de tema religioso y personajes alegórico); el entremés (pequeña pieza teatral de carácter cómico y personajes populares que pretende divertir al espectador. Se representa en los entreactos de una comedia mayor); el sainete (obra cómica de ambiente y personajes populares que, en uno o más actos, se representa en una función independiente); la farsa (obra que, para lograr un fin cómico, exagera la acción o los caracteres de los personajes hasta hacer grotesca la realidad); el vodevil (comedia ligera y evasiva de intriga, que basa la acción en equívocos, ingenio y sentido del humor. Generalmente es de temática amorosa y alterna escenas dialogadas con números musicales).
Obras menores: dentro de esta caracterización se encuadran: la ópera (obra teatral compuesta para el canto. En ella confluyen literatura, música, danza, escenografía y artes plásticas); la zarzuela (obra ligera, de carácter popular, en la que alternan la declamación, la música y el canto); la opereta (especie de ópera, de asunto frívolo y carácter alegre, en el que predomina la sátira); la revista o musical (espectáculo teatral de carácter frívolo en el que alternan elementos dialogados y números musicales)
Fuente: http://www.materialesdelengua.org (adaptación)

lunes, 27 de agosto de 2012

ALUMNOS DE 1ro. 2da. CULTURA INGLESA. AQUÍ LES DEJO EL PRIMER CAPÍTULO DE 1ro. B del Taller PARA QUE LO CONTINÚEN. TAMBIÉN PUEDEN CONTINUAR EL DE 1ro. A que publiqué más abajo, el 2 de agosto. Nos vemos....

EL DETECTIVE SIGUE SUELTO

CAPÍTULO I : Verduras fúnebres

Miré ansioso el reloj. Faltaban diez minutos para que tocara el timbre de salida, pero el tiempo no pasaba nunca. El profesor de Historia, Carlos Monje, insistía en que estudiáramos más y nos portáramos mejor. Un discurso archiconocido por todos nosotros que nunca se detenía en alguna de nuestras cabezas para ser analizado. Es que si no, teníamos que cambiar y eso exigía compromiso, responsabilidad, cosa que no nos gustaba demasiado.
De pronto me distrajo algo que pasaba en la calle. Acababa de estacionar un camión frigorífico en una antigua casa que se encontraba frente a los laterales de la escuela. Se bajó del vehículo un hombre de unos cuarenta años, morocho, alto y forzudo. Lo siguió por detrás otro muchacho más joven petisito, de pelo rubio rizado. Ambos entraron a la casona y salieron a los dos minutos portando un baúl de madera lustrada, tipo cofre, para no decir ataúd, de aproximadamente dos metros de largo por cincuenta centímetros de ancho.
Inmediatamente, miré a Fede y le hice señas para que tomara el papelito que había dejado en un banco vacío que nos separaba a ambos.
El mismo decía: "Acabo de ver algo extraño: dos hombres subieron un baúl de madera en un camión frigorífico, aquí enfrente". Antes de que Monje se diera cuenta, Fede leyó el papelito y me hizo una seña juntando los dedos pulgar, índice y mayor, moviéndolos al unísono. Cosa que yo interpreté como ..."Y... qué tiene de malo". Le hice otra seña de que lo charlaríamos a la salida.
Por suerte el maldito timbre sonó y en pocos minutos, Fede, el Piojo y yo nos encontrábamos en la vereda, pero el camión ya no estaba.
Mientras yo intentaba explicarle una y otra vez al Piojo lo que había visto, Fede, para ganar tiempo, decidió ir a preguntarle a los vecinos de la casa antigua para saber si ellos habían visto algo sospechoso o extraño.
Como no regresaba, dejamos la explicación y fuimos a buscarlo casa por casa, pero no lo hallábamos.
De repente, apareció con una mala noticia: ningún vecino se encontraba, por lo tanto el misterio continuaba.
Se nos estaba haciendo tarde así que decidimos volver a nuestras casas e intentar, por la tarde, en lo de Fede, desenlazar el nudo que estábamos haciendo. A las cinco en punto, el Piojo y yo tocábamos el timbre de la familia Dávila. Nos atendió Fede con la cara de recién levantarse.
Enseguida nos abocamos a trabajar en lo que nos interesaba. Buscamos en Internet algo sobre la marca estampada en el chasis del camión frigorífico en cuestión, pero nada...
- ¿O sea que los de la empresa fririgorífica no existen?
- Es fri-go-rí-fi-ca, Piojo- dijo Fede enseguida, para no empezar a discutir.
- Exacto, no existen - aseguré - o sea que el forzudo y el petiso no son empleados del frigorífico, entonces de quién.
En ese momento, llegó la mamá de Fede para preguntarnos si queríamos comer algo. Obviamente Fede la echó enseguida. Apenas cerraba la puerta, sonó el teléfono.
- Atendé vos, hijo, estoy ocupada.
Con pocas ganas Fede tomó el auricular. La voz del otro lado le pedía por su mamá.
- Es para vos, vieja.
Mientras esperábamos que Fede volviera de la cocina con unas masitas, escuchamos a su mamá hablar muy contenta por teléfono. Fede llegó con una panera y tres chocolatadas que nos apuramos a devorar. Al ratito, nos interrumpió Sonia, la mamá de Fede, para contarle a su hijo que había llamado Elena, su vieja amiga, la que vivía en la casa antigua frente al colegio y que le mandaba saludos.
Inmediatamente nos dimos cuenta de que Elena nos podría servir para averiguar lo que buscábamos.
Inventamos la excusa de que nos habíamos reunido para hacer un trabajo de investigación asignado por la profe de Formación Ética y Ciudadana, cuyo tema era "el barrio de la escuela". Por eso le pedimos a Sonia que nos contactara con la amiga que hacía minutos la había llamado.
- Sí!!! No va a haber problemas. La vuelvo a llamar y le pregunto si los puede atender ahora mismo, así no pierden tiempo ¿quieren?
Por supuesto que asentimos al acto. En menos de quince minutos volvió la mamá de Fede con la noticia de que Elena nos esperaba a las siete de la tarde.
- Cuando vayan, Fede presentate como "el hijo se Sonia".
- Obvio, mami!!!

- Chicos, acá no hay nadie, vámonos. - Pará, Piojo, un buen detective no se rinde tan rápido - le dije tratando de alentarlo.
- Es verdad, esperemos un rato más - me apoyó Fede.
Después de unos diez minutos, nos atendieron. Elena era un señora grande, de unos setenta años.
- Y ustedes, ¿quiénes son?
- Soy el hijo de Sonia - respondió Fede.
- Ah, sí, me dijo que vendrían. Pasen, pasen.
Nos preguntó qué necesitábamos. Era bastante grande, quizás contaba con más de setenta, porque parecía tener problemas con la memoria. No recordaba mucho lo que le había dicho Sonia. Así que nos fue más fácil interrogarla, pues no tuvimos que explicarle demasiado.
- Venimos a hacerle unas preguntas del barrio.
- Pregunten, pregunten, nomás.
Me había olvidado la libretita de detective en casa, así que tuve que conformarme con hacer anotaciones provisorias en un papelito medio arrugado que había encontrado en el cuarto de Fede.
- ¿Empezamos?
- Sí, sí - insistió Elena.
-¿Cuánto hace que vive aquí?
- Y... casi toda una vida: casi cuarenta y cinco años, desde que me casé.
- ¿Alguna vez, vio algo extraño en el barrio?
- Extraño, extraño... ¿como qué?
- ¿ Algún vehículo, un camión, por ejemplo, o gente rara? - se atrevió a preguntar Fede.
- Ah!, pero eso no tiene nada de raro. Son mi sobrino, Matías, y su amigo Juan cargando las verduras de mi huerta para llevar al mercado.
Mientras trataba de dibujar en mi cabeza la absurda escena de un cajón de muertos lleno de verduras, sonó el timbre.
- Ya vengo, chicos.
Nos miramos con Fede, pero no pudimos enunciar palabra porque, en un segundo, entraban al comedor donde nos hallábamos los dos tipos del camión frigorífico.
- Pasen, pasen, estoy con el hijo de una amiga y sus amigos.
- ¡¡Hola!! - saludamos casi a coro.
- Qué tal, pibes - saludó el sobrino de Elena, mientras el petisito solo levantaba la mano derecha.
Los dos se dirigieron a la cocina, seguidos por Elena.
-Voy a buscarles algo para tomar - nos dijo la anciana.
- No se moleste.
- No es molestia - insistió.
Por fin nos quedamos solos.
- Esto es muy raro y misterioso - pensó en voz alta Fede.
- A mí me está dando miedo, ¡yo me voy! - exclamó el Piojo.
- Vos te quedás acá.
- Shh!!!, cállense, que están hablando - les pedí.
Entre murmullos alcancé a escuchar algo como: "es arriesgado, pero la paga es buena"... "el jefe nos espera mañana en la frontera". Elena volvió con vasos llenos de jugo de naranja que bebimos no con poca desconfianza.
- Ya es tarde, nos tenemos que ir - dijo Fede - gracias por todo.
- De nada, vengan cuando quieran y saludos a tu mami.
Con una mezcla de confusión y miedo, salimos de la casona. Pero también, por lo menos yo, un poco más satisfecho: tenía dos nuevas pistas que me permitían seguir investigando.

En la calle pregunté:
- ¿Cómo vamos a hacer para descubrir lo que traman estos dos? 
- ¡Tengo un plan! - exclamó eufórico el Piojo
- A ver... contá antes de que me arrepienta- dijo Fede tratando de no enojarse
- Mañana nos encontramos en la esquina de la escuela, como para ir a clases y para que nuestros padres no sospechen nada. Una vez los tres juntos, nos rateamos. Nos vamos al kiosco de la esquina y vigilamos la casa de Elena...
- Y eso... ¿para qué? - se inquietó Fede.
- Pará, que no terminé -continuó - desde allí podemos ver cuando llegan los "muchachos" del camión frigorífico.
- ¿Y?
- Dejame terminar. Seguro que van a aparecer en algún momento de la mañana. Cuando entren, nosotros llamamos un taxi con mi celular y los seguimos.
Yo escuchaba con atención. La idea del Piojo me había seducido.


CAPÍTULO II : La persecusión y nuevos descubrimientos

A las siete y treinta y cinco, mi mamá me dejó en la puerta del cole. Desde allí pude ver que Fede ya estaba en la esquina y que el Piojo venía caminando y silbando por la avenida rumbo a nosotros. Sin decir una palabra, los tres nos dirigimos hacia el kiosco como habíamos convenido.
Para simular, el Piojo sacó unas fotocopias de Biología y yo, unas de Matemática. Después hablamos de la supuesta hora libre que teníamos y nos sentamos los tres en torno a una de las dos únicas mesitas del lugar, frente a tres alfajores.
A las nueve y cuarenta y ocho, para ser exactos, vimos estacionar el camión frente a la casona. Inmediatamente el Piojo llamó a un taxi. Lo esperamos frente al kiosco y le pedimos al conductor que se estacionara por la avenida y que apenas arrancara el camión lo siguiera. Previo a eso, Fede tuvo que mostrarle los cien pesos que traía para garantizarle al taxista que le íbamos a pagar.
Así comenzó la persecusión: si el camión aminoraba la marcha, nosotros aminorábamos y si aceleraba, acelerábamos manteniendo siempre cierta distancia, para no levantar sospechas. Todo iba muy bien, hasta llegar a la Pueyrredón. Allí el semáforo se puso en rojo justo cuando debíamos cruzar. Vimos cómo el camión se alejaba y nosotros sin poder hacer nada.
Le pedimos al taxista que diera unas vueltas más por ese barrio, pero ni rastros del camión. Ya abatidos, de regreso al centro, Fede gritó:
- ¡Pare acá!
- ¿Qué pasa? - pregunté.
- Mirá el cartel sobre ese galpón.
Leí en voz alta: "La Frontera"
- Para mí que entró ahí, ¿se acuerdan que hablaban de que el jefe los esperaba en "la frontera"?
Por primera vez el taxista abrió la boca para preguntar:
- Chicos, ¿en qué andan? ¿no se estarán metiendo en un lío y en ese lío a mí?
- No se preocupe, no le va a pasar nada. Confíe en nosotros.
- ¿Por qué no confían en mí, que de todos los que estamos acá soy el adulto? ¿no les parece?
El Piojo, siempre abriboca, no pudo con su genio:
- Sospechamos que los del camión frigorífico andan en algo raro. Es posible que sean traficantes.
- ¿De qué? - preguntó el taxista.
- No sabemos, pero son raros. Vio la casa de dónde salió.
- Sí, la vieja casona de los Aguirre...
- No, de la señora Elena Herrera.
- Hablo de antes. Esa casa fue noticia hace unos veinte años atrás.
- ¿Noticia? ¿Por qué? - pregunté.
- Allí murió una mujer envenenada.
- Cuéntenos - pidió Federico.
- Resulta que, en el patio, esa casa tiene un laboratorio. Allí Miguel Aguirre, un viejo bioquímico del barrio -"el científico loco", le decían -, hacía experimentos raros para crear medicamentos "milagrosos". Resulta que probaba la eficacia de ellos con su mujer. Lo que se cuenta es que con uno de esos remedios,  sin querer o... queriendo, la intoxicó a su mujer, provocándole la muerte. Por supuesto, el tipo fue condenado a prisión y misteriosamente,al poco tiempo, murió en la cárcel. Después no supe más nada.
Escuchábamos el relato estupefactos. Estos nuevos descubrimientos encerraban más misterios que había que desentrañar.


Tal como había dicho Fede, al ratito - ya eran las once y media, más o menos, el camión salía marcha atrás por el portón del galpón "La Frontera" y estacionaba sobre la derecha. Detrás de él otro camión tipo blindado de chasis plateado salió también, dirigiéndose hacia el sur.

- Perdonen chicos, pero yo no puedo seguir. Se me hizo tarde y a ustedes el dinero ya se les terminó - manifestó el taxista.
Y nos advirtió:
- Tengan cuidado.
- Nos llama la atención que transporten verduras en cajones de muertos, por eso los investigamos - expliqué.
- Puede ser peligroso, por eso les digo que se cuiden. Tal vez puedan andar en el tráfico de armas.
- Claro - se me ocurrió - las preparan en el viejo laboratorio, las meten en los cajones y las camuflan con verduras haciéndole creer a Elena que las llevan al mercado.
Mi hipótesis podía ser verdadera, pero para confirmarla o desecharla todavía nos quedaba un largo camino.